Para el relleno:
4 tazas de durazno picado, sin cáscara, blanqueados por un minuto en agua
3/4 de taza de azúcar
1 cucharadas de Maizena
1 cucharadita de vainilla
1 cucharadita de canela
Para la masa:
1 taza de harina
1 cucharadita de polvo de hornear
3 cucharadas de azúcar morena
4 cucharadas de mantequilla en pedazos pequeños
2/3 taza de leche cortada (puede ser con limón)
1 cucharada de vainilla
1/4 cucharadita de sal
1 cucharada de azúcar para espolvorear
1 taza de nuez picada (opcional)
Crema batida o nieve de vainilla, para acompañar
1. Se mezclan los duraznos blanqueados con el resto de los ingredientes del relleno y se vacían en un refractario enmantequillado, extendiendo bien. Se hornea por 10 minutos a 175 grados Celsius
2. Se mezclan los ingredientes de la masa, con un batidor de alambre, solo hasta que esté homogéneo, aunque no se disuelva la mantequilla
3. Vaciar las nueces sobre los duraznos, luego la masa, a cucharadas y emparejar a cubrir. Se espolvorea el azúcar por encima y se mete de nuevo al horno, de 20 a 25 minutos, hasta que dore.
4. Se deja enfriar y se sirve tibio, acompañado de nieve de vainilla o crema batida.
NOTA: Pueden usarse otras frutas, como fresas o manzanas
